
Casi todos cargamos un reloj en nuestras muñecas. Y si no, seguramente estamos mirando el reloj en el celular.
Este pequeño pedazo de tecnología que tenemos en, literalmente, nuestras manos, ha tenido una larga evolución, la que se ha ido mejorando considerablemente, como todos los inventos, a partir del siglo XX.
Relojes de sombra, arena, agua, vela, con manecillas, pendulares, con frecuencias eléctricas, o con cuarzo vibrante, han sido sistemas que el hombre ha buscado para medir el movimiento de algo. Aunque Dios nos entregó un sistema bastante práctico, cuando inventó el tiempo.
Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
📔 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
Génesis 1:14-15
El sistema de medición del tiempo nos ha hecho seres más exactos, con intervalos cada vez más diminutos, como lo son los segundos en los relojes convencionales. Y todavía más con los nanosegundos que los relojes atómicos entregan y, últimamente, los relojes cuánticos, que dicen que son 100.000 veces más precisos que los últimos. ¡Qué locura!
¿Cuántos minutos es llegar tarde a una cita? Respóndala en su mente. Luego volvemos con ella.
En la cultura latina que vivimos no presumimos la virtud de ser puntuales.
El concepto de puntualidad ha caído en lo que la variable del tiempo fue considerado por Einstein en su teoría de la relatividad. Hoy, la puntualidad es subjetiva.
La puntualidad, por concepto, es cuando se acuerda llegar a un lugar en uno de los puntos específicos de las divisiones convencionales del tiempo. A la hora y al minuto acordado. No conozco nadie que cite a una cantidad de segundos.
— Un tren debe salir y llegar puntual para ofrecer un servicio serio y conveniente.
— Un avión debe considerar ser puntual para coordinarse con todos los otros que despegan y aterrizan de los diferentes aeropuertos.
— Si vamos a una entrevista de trabajo, debemos procurar ser puntuales.
— Etc.
📔 El décimo para el décimo mes era Maharai netofatita, de los zeraítas; y en su división veinticuatro mil.
1 Crónicas 27:13
El rey David tenía un ejército permanente que cuidaba a la nación y el templo de 288.000 varones. Se agrupaban en 24.000 por división, y cada división servía un mes en el año.
Tener a cargo 24.000 personas no era una tarea fácil. La persona a cargo no podía permitir irresponsabilidades, ya que sobre sus hombros recaía la seguridad nacional durante un mes.
En este capítulo, si viéramos con detención el significado de cada uno de los nombres de los 12 responsables, nos daremos cuenta de que tienen en menor o mayor grado un significado aplicable a su difícil cargo.
Según el diccionario en hebreo Strong, significa apresuradamente.
Su raíz en hebreo es majár, es decir, apresurar, diligencia, ligero, presuroso, prisa, prontamente, diligentemente. También denota una consistencia líquida, como algo que fluye fácilmente.
En otras palabras, Maharai debía darle honor al significado de su nombre, por el cargo que tenía, siendo diligente con la organización de los 24.000 soldados en el décimo mes. No podía retrasarse en nada. Debía “fluir como el agua”, sin retrasos, sin contratiempos.
📔 ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición.
Proverbios 22:29
Aquí está esta misma palabra desde donde deriva el nombre Maharai, que es majár, y que es traducida en la RV1960 como “solícito”.
Cuando llenamos una solicitud para postular a una universidad, una plaza, un puesto o trabajo, lo hacemos con cuidado, proveyendo cada uno de los datos que se piden, para que nos puedan responder a la brevedad.
Etimológicamente, los componentes léxicos de solicitud son sollus (entero), citus (agitado), y el sufijo -tud (cualidad).
Una solicitud es una petición íntegra que se hace, de la cual se espera una respuesta pronta.
Por tanto, ser solícito, es disponer de esta característica intrínsecamente. Es ser diligente, cuidadoso, servicial, y no esperar a que otra cosa suceda para no cumplir lo que se ha pedido. Es como fluir como el agua, sin impedimentos.
Este proverbio dice que un hombre solícito estará delante del rey. ¿Y quién era Maharai?
Uno de los hombres que estuvo delante del rey David, sirviendo solícitamente.
No tenemos mucha más información de Maharai, pero en cuestiones generales, cada uno de estos 12 hombres tuvo que haber tenido una trayectoria destacada en cuanto al servicio al rey de Israel, (solícitos) llegando a ser hombres de su entera confianza con grandes responsabilidades.
Retomemos el ejercicio de la cantidad de minutos que usted considera en una cita para definir que su llegada ha sido tarde. ¿Qué número de minutos pensó?
Si la cita concertada es a las 3:00, llegar a las 3:01 es llegar tarde. A partir de las 3 de la tarde, con un minuto, es llegar tarde. Lo mismo pasa a las 3 con 5, con 10, con 30, 45, etc. La puntualidad no es subjetiva.
Por eso, algo más importante que la puntualidad, es el desarrollo de la solicitud. Ser solícitos es una virtud mucho más amplia y vasta, la que arrojará como resultado ser puntuales y estar al tiempo acordado.
Ser solícitos es:
- Prepararse ANTES, con tiempo adecuado (no justo)
- Llegar con los implementos necesarios (no improvisar)
- Con la actitud de solicitud, atendiendo correcta y responsablemente la cita, en su frecuencia y en su forma.
Siendo solícitos, asistiremos responsablemente a los servicios religiosos en su tiempo y forma. Esta cita semanal debería ser el evento de mayor importancia en nuestras vidas.
Si no somos solícitos en la iglesia, tristemente lo seremos en el mundo.
📔 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
Pedro 3:14
Diligencia en griego es spoudázo, que significa usar velocidad, hacer esfuerzo, ser pronto o ferviente, procurar con diligencia, SER SOLÍCITO…
Debemos ser solícitos en nuestro llamado. Fluir como el agua. No detenernos. Estar atentos. Velando, aguardando.
Dios, que cumplirá su promesa, vendrá solícitamente, en el momento indicado. Puntualmente.
En este futuro próximo, si queremos estar delante del rey, debemos ser solícitos hoy.
Y aunque no sabemos exactamente cuándo sucederá esto, si somos solícitos a su llamado, sin duda alguna vamos a estar puntualmente en su presencia, cuando venga nuestro Señor a la tierra.
Este es un resumen del sermón entregado por Gabriel García el 13 de julio de 2024.