
Preparación espiritual para los días santos
Saludos, hermanos de todo el mundo,
El pasado domingo 22 de septiembre comenzó oficialmente el otoño en el hemisferio norte. Una notable estación está ante nosotros mientras nos acercamos a los últimos días del sexto mes del calendario de Dios, anticipando ansiosamente el primer día del séptimo mes, que es dentro de una semana.
El séptimo mes es significativo. En la Biblia, «siete» simboliza la culminación, y este mes comienza con la Fiesta de las Trompetas (que se celebrará el próximo jueves 3 de octubre). Durante este mes tenemos cuatro fiestas santas, incluida la observancia ordenada de siete días que nos saca de nuestros hogares y del «mundo cotidiano» del trabajo, la escuela, el entretenimiento y las actividades diarias.
Esas fiestas representan la culminación del plan de Dios para la humanidad y esta tierra física. Para aquellos que él ha llamado de este mundo para ser primicias, deberían servir como recordatorio de nuestro compromiso con Dios y nuestra lealtad hacia él. También nos hacen conscientes de nuestra gran responsabilidad y obligación de rendir cuentas a Dios Padre y a Jesucristo.
Ellos nos han dado el don inestimable de la salvación y el conocimiento del plan de Dios, junto con el camino hacia la vida, la paz y el propósito. Esto nos conforta, nos guía y nos transforma de seres humanos carnales y egoístas en personas que realmente buscan a Dios y le aman a él y a sus caminos con todo su corazón, mente y alma.
Cuando comiencen los toques de trompeta, el regreso de Jesucristo estará fijado. Dios intervendrá en los asuntos del hombre, demostrando que él es Dios y soberano en todo el universo. Antes de que suenen las trompetas mencionadas en el libro de Apocalipsis, la tierra experimentará un tiempo horrendo en el que la humanidad, bajo la influencia de Satanás, producirá miseria y odio en un intento de destruir la verdad y el pueblo de Dios.
Por su gracia, misericordia y poder protector, él nos librará, si tenemos fe, fe que es desarrollada durante estos tiempos bajo la dirección de su Santo Espíritu dentro de nosotros. Esta fe nos equipa para resistir las amenazas, influencias e ira de las potestades de esta tierra que serán dirigidas hacia nosotros.
Ahora nos estamos preparando para los próximos días santos, en particular la Fiesta de los Tabernáculos, cuando, de acuerdo con el mandato de Dios, viajemos a los lugares que él haya elegido en todo el mundo para que su pueblo se reúna ante él y en compañía de los demás. Este tiempo ilustrará la enseñanza y la vivencia del camino de Dios, que producirá una paz, alegría y armonía sin precedentes en esta tierra.
Preparación espiritual y oración sincera
Los preparativos físicos son importantes, pero la preparación espiritual es más vital. Una oración sincera a Dios -diaria y de corazón- debe ser una parte importante de la preparación de nuestros corazones y mentes para los tiempos santos que nos esperan. Y debemos reconocer nuestra necesidad de la fuerza, el poder y la guía de Dios mientras nos preparamos para los desafíos que afrontaremos en los días venideros.
Este tiempo previo a la fiesta de Trompetas debería recordarnos el desarrollo de los acontecimientos actuales. Los cuatro sellos del Apocalipsis están abiertos. Los cuatro jinetes están cabalgando por la tierra y las fuerzas están trabajando para traer sobre el mundo los efectos del fin de los tiempos y la intensidad de su cabalgata, dando como resultado la muerte de una cuarta parte de la población de la tierra (Apocalipsis 6: 8).
A continuación, el quinto sello trae la gran tribulación sobre la tierra. Después de este tiempo de prueba que se abate sobre el mundo entero (Apocalipsis 3:10), las señales celestiales mostrarán que Dios intervendrá en los asuntos del mundo para dar a conocer su poder y anunciar el regreso de Jesucristo.
La única manera de sobrevivir a esos tiempos como su pueblo es estar muy cerca de Dios. Cuando las presiones de la sociedad y de Satanás nos alcancen, entonces será demasiado tarde para desarrollar la relación y la confianza en Dios que debemos tener. Si no tomamos activamente las decisiones correctas en nuestras vidas y le pedimos a Dios que nos fortalezca y profundice nuestra convicción hacia él ahora, fracasaremos.
La unidad de corazón requiere que dejemos de lado las ambiciones egoístas y los deseos de este mundo que nos dividen, y esto debe suceder ahora. Debemos entregarnos confiadamente a Dios, dejar que se haga su voluntad – unirnos como parte de su familia.
El modo de conseguirlo es a través de la oración a Dios. Solo a través de la oración diaria y sincera, pidiendo a Dios que nos revele los pecados, defectos y debilidades que nos separan de él y de los demás, podemos vencer, tanto personal como colectivamente, y empezar a construir el templo de Dios que él está construyendo. Solo a través de la oración podemos desarrollar una relación con Dios que nos asegure que siempre está ahí y que podemos pedirle humildemente que dirija nuestras palabras, actitudes y motivaciones. Nuestra motivación debe ser que se haga su voluntad y que venga su Reino.
Hermanos, podría seguir y seguir, pero lo dejaré así: comprometámonos todos a orar de verdad y de corazón, empezando ahora y continuando durante el resto de nuestras vidas.
Acuérdense de seguir la lectura recomendada del libro de Deuteronomio. Combinar esa lectura con la oración nos ayudará a todos a comprender y poner en práctica la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Nuestros pensamientos y oraciones están con cada uno de ustedes, en todo el mundo. Que todos ustedes tengan una fiesta de las trompetas muy inspiradora y significativa.
Al servicio de Cristo,

Rick Shabi
Presidente Iglesia de Dios Unida