
Por segundo año consecutivo, en Unida México tuvimos la dicha de organizar un servicio familiar. Esto consiste en abrir nuestras puertas y extender una invitación a familiares y amigos cercanos de la membresía, para conocernos y presentarnos como un instrumento de Dios para preparar a su pueblo.
Estas invitaciones personales no se limitaron a la Ciudad de México, sino que se realizaron también en Chiapas, Guerrero, Nuevo León, Tabasco y Veracruz. Gracias a Dios, la tecnología nos permite interconectarnos con todos ellos a través de Internet, para poder vernos los rostros, saludarnos y sentirnos parte de un mismo cuerpo espiritual.




Algo hermoso de estos eventos, ha sido que los miembros hemos tenido la oportunidad de servir a nuestros seres queridos, y de paso, compartir doblemente en familia la Palabra de Dios y la fraternal convivencia que emana de ella.

A las 11:00 AM dimos inicio con el servicio de sábado, entonando himnos de alabanza al Creador dirigidos por el Sr. Israel Tenorio López, acompañados al piano por el Sr. Ernesto Sánchez y las voces del mini coro de Ciudad de México.
El sermoncillo, a cargo de un servidor, fue acerca de la importancia del descanso para Dios, y dio inicio a la instrucción bíblica del día.
Posteriormente, los anuncios fueron entregados por el Pastor de la República Mexicana, el Sr. Gabriel García, que dio paso a la música especial.

Esta fue interpretada por el coro de damas de Ciudad de México, con un himno titulado “El Rey ya viene”, acompañado en piano por el Sr. Ernesto nuevamente. Sus voces prepararon nuestros corazones para recibir el segundo mensaje de la tarde, a cargo del Sr. García, que nos habló sobre el discipulado y el ejemplo de Eliseo y Elías, y de Jesús y sus discípulos.
Al concluir el servicio, cuyas oraciones de inicio y cierre estuvieron a cargo de Germán Alvarado (Chiapas) y Gonzalo Alejandro (Tabasco) respectivamente, se compartieron los alimentos en las diferentes áreas.
A las 3:00 PM dimos inicio al estudio bíblico interactivo, cuyo tema fue la propia Biblia como nuestro libro de texto y lo que lo hace tan especial y poderoso. Tuvimos participaciones desde Chiapas, Sinaloa, Tabasco y Veracruz, así como de la Ciudad de México. Gracias a Dios, las conexiones fueron estables desde estos lugares, y aunque desafortunadamente en Monterrey hubo problemas a lo largo del día, la membresía logró resolver la situación compartiendo de su propio internet para mantener las conexiones.

Sin duda, el buen ánimo y el afecto fraternal fueron la constante en todos los lugares de reunión. Sabemos que nuestro Padre en lo alto se agrada de nuestro esfuerzo por predicar el evangelio, servirnos unos a otros, y sobre todo, por nuestro deseo de acercarnos a él para aprender de su plan de salvación y la esperanza que nos ofrece de un futuro en una gran familia con él como nuestro Padre.
Agradecemos a los organizadores en las áreas por su arduo trabajo y dedicación a la obra, y esperamos que los invitados se hayan sentido en casa y continúen acompañándonos a alabar al Dios Eterno.