“Visita Monterrey” – 26 Julio

Parte de la congregación de Monterrey

El pasado sábado 26 de Julio tuve la dicha de poder visitar a nuestros hermanos en la fe que se congregan sábado a sábado en la Ciudad de Monterrey.

La zona metropolitana de Monterrey se compone no solamente del municipio del mismo nombre, sino de varios municipios colindantes que suman en total unos 5.2 millones de habitantes. Siendo una ciudad de tal tamaño y población, los traslados pueden llegar a ser complejos, sobre todo por la gran cantidad de obras de infraestructura en curso.

A pesar de ello, pude llegar cerca de las 10 A.M. al hotel iStay, en donde pude tomar el desayuno y donde minutos después me encontré al diácono de esta congregación, el Sr. Victorio Castro.

Con su permanente vitalidad y buen ánimo, nos dispusimos a ordenar lo necesario para guardar el servicio, esperando el arribo del resto de los miembros que se dio casi en su totalidad minutos antes de iniciar el servicio. Gracias a Dios primeramente, y también a los avances tecnológicos y los equipos de trabajo que los operan, en esta ocasión pudimos colaborar con Ciudad de México sin contratiempos, entregando la mayor parte del servicio desde esta área.

Así pues, Jonahtan Alvarado estuvo a cargo de la dirección de himnos así como de la oración de apertura, haciendo un excelente trabajo como maestro de ceremonias, promoviendo la solemnidad del día de reposo en los corazones y el ánimo de los presentes.

El sermoncillo fue ofrecido por el Sr. Castro, quien en su mensaje “Todo pasará”, nos habló sobre las promesas de Dios y el llamado que tenemos a mirar hacia arriba, y no hacia las dificultades y afanes del presente.

Para los anuncios, tuvimos una conexión con la capital, desde donde pudimos ver y escuchar con toda claridad a nuestro Pastor, el Sr. Gabriel García. También pudimos disfrutar de la música especial entregada por la Sra. Rosario Grajales, a quien agradecemos mucho por su trabajo coordinando las presentaciones de las diversas áreas.

El sermón fue presentado por un servidor, tocando el tema del privilegio de ser llamados primicias, y continuando con el tópico del primer mensaje, de la responsabilidad a desarrollar una mirada espiritual de las cosas para aprovechar al máximo el don del Espíritu Santo con el que contamos. Concluimos con una oración de parte del Sr. André Delgado, y pudimos saludar al menos por unos breves segundos a nuestros hermanos de la república.

La rica comida, como siempre, fue dispuesta con toda pulcritud y orden de parte del hotel, cuestión que siempre agradecemos a Dios, pues la Iglesia ha sido bien recibida y cuidada por el personal con mucho esmero.

Las charlas sobre el crecimiento de la ciudad, los avances y peripecias de nuestra vida, y también sobre el estado de la Iglesia, fueron el aderezo social de la comida, a la vez que un muy grato momento de fraternidad cristiana.

El delicioso postre no estuvo a cargo del hotel, sino de la propia Iglesia (gracias a Blanquita por él), y el café nos devolvió un poco de energías para culminar con la reunión, pues mi regreso debía hacerse pronto, por la advertencia de la lluvia y del terrible tráfico que podía desencadenar.

Gracias a Dios, fue un sábado muy apacible, lleno de sonrisas y de afecto de unos por otros. Espero sinceramente continuar visitando a las Iglesias en México para compartir de la Palabra, pero también para disfrutar de la compañía de todos los que conformamos el pueblo de Dios en esta tierra.

Parte de la congregación de Monterrey cantando himnos
Parte de la congregación de Monterrey cantando himnos