Saludos, hermanos de todo el mundo:
Estoy escribiendo esto el jueves 3 de abril, según el calendario mundial. Más importante y significativo aún, según el calendario de Dios, hoy es el quinto día, mes de Abib.
En solo nueve días será el 14 de abril, y cuando ese día comience (al atardecer del viernes 11 de abril), los miembros bautizados de la Iglesia de Dios se reunirán para observar la ocasión más solemne del año y participar de ella: volverán a comprometerse con Dios y con Jesucristo después de un período de autoexamen, y tomarán los símbolos que Cristo instituyó para demostrar nuestro compromiso de vencer al mundo y a nosotros mismos a fin de llegar a ser como él.
Mientras el mundo se adentra en situaciones más precarias, y a pesar de que pueda haber una apariencia de paz, es fácil ver el “choque de principios” cuando las fuerzas del bien y del mal se enfrentan. Cuando estas diferencias lleguen a un punto crítico, el resultado será caos, disturbios y tiempos muy inseguros y peligrosos que finalmente conducirán al regreso de Cristo.
Si bien las guerras, los fenómenos meteorológicos catastróficos y las falsas religiones han formado parte del mundo de Satanás desde tiempos inmemoriales, sabemos que estos acontecimientos se intensificarán a medida que se acerque el momento del regreso de Cristo. Al observar las continuas tensiones en el Medio Oriente, entre Rusia y Ucrania y entre Estados Unidos y Europa a medida que cambian las políticas y las posturas, la volátil situación podría dar lugar a la temida Tercera Guerra Mundial.
Y sabemos que el espíritu del mal existe y domina nuestro mundo. La Biblia nos dice que en el tiempo del fin “los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados” (2 Timoteo 3:13).
Apocalipsis 12:9-10 nos dice que a medida que se acerque el tiempo del fin, Satanás, el acusador de nuestros hermanos, será arrojado a la Tierra y causará estragos, odio y miseria a la humanidad. El versículo 11 nos dice que debemos resistir esos ataques que surgirán y vencerlos “por la sangre del Cordero”.
En esta próxima Pascua, que está a la vuelta de la esquina, participaremos simbólicamente y de manera digna de la sangre de ese Cordero.
Hermanos, velen, manténganse despiertos, acérquense a Dios y no se dejen engañar por la aparente calma del mundo. Recuerden las palabras de Cristo en Mateo 24:36-51 y tómenlas en serio. ¡Manténganse despiertos! Retengan el sentido de urgencia y deseo de llegar a ser realmente como Cristo, dedicados a Dios y a su Palabra, “en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:36).
Esta Pascua es muy importante. Démosle la importancia que merece y pidamos fervientemente a Dios para que se haga su voluntad, orando unos por otros. Nuestros pensamientos y oraciones están siempre con todos ustedes, en todo el mundo.
Al servicio de Dios,
-Rick Shabi, presidente de la Iglesia de Dios Unida.
Fuente: Correspondencia oficial miembros