
Saludos, queridos hermanos en todo el mundo:
Entramos ahora en una época muy solemne del año, en que conmemoramos la muerte de Jesucristo durante la Pascua, en la noche del 14 de Abib. Luego es seguida por los Días de los Panes sin Levadura que comienzan con la Noche de Guardar.
Espero que la observancia de estos tiempos santos nos lleve a una profunda reflexión sobre el propósito de nuestro llamado y la decisión de comprometernos con Dios y de buscar su voluntad.
Recordemos a qué nos ha llamado: a ser sus hijos, guiados por su espíritu. Al responder a ese llamado, debemos someternos humildemente a él y permitir que nos moldee en lo que él quiere que seamos: discípulos comprometidos con la verdad y con una actitud constante de arrepentimiento que nos ayude a superarnos a nosotros mismos y al mundo. Al hacerlo, se alcanzará la unidad representada por el comer ese pan en la noche de la Pascua (1 Corintios 10:16).
Al llegar a la Pascua, ya nos habremos examinado a nosotros mismos y debemos comprometernos a expulsar el pecado de nuestras vidas. Al completar la limpieza de nuestros hogares, recordemos los principios espirituales más profundos de sacar el pecado de nuestras vidas y luego participar del “pan sin levadura de sinceridad y verdad” por el resto de nuestras vidas.
Que Dios esté con todos ustedes.
Su servidor en Cristo,

Rick Shabi