
Tepotzotlán fue nuevamente nuestro lugar de encuentro para realizar nuestro esperado campamento de verano para niños y jóvenes 2025. Con un total de 57 personas, 33 campistas (jóvenes y niños) y 24 staff, gozamos de un ambiente muy edificante del 3 al 10 de agosto del presente año.
En contra de todo presagio climatológico, Dios fue muy bueno con nosotros. Una tarde, cuando una inminente y oscura nube se acercaba, en breve fue redirigida con sus truenos hacia el horizonte, y un arcoíris adornó la escena mientras los chicos felices jugaban fútbol en el fresco pasto. No dudamos que Dios envió a sus ángeles poderosos para proteger todos los viajes y la estadía del grupo.
Como es de costumbre, nos enfocamos en un tema bíblico para impartir las clases diarias. Este año el lema fue «Construyendo sobre el fundamento», y las lecciones diarias fueron entregadas por el Sr. Carlos Mérida (Guatemala), el Sr. Moisés Cruz y un servidor, mismas que fueron reforzadas con otras actividades con elementos visuales y lúdicos, y con tiempos de reflexión llamados “momento vela”.
El staff fue clave para propiciar un grato ambiente, desde la cocina y sus contundentes y deliciosos platillos, hasta los entusiastas monitores que cuidaron y guiaron a jóvenes y niños en cada una de las actividades.
Las actividades fueron numerosas. Entre ellas, un desafiante rally en el bosque, escalada de muro, tiro con arco, tirolesa, gotcha, noche de juegos, clases de vialidad, manualidad de mosaicos, lanchas en la laguna, un baile con sombreros locos (hechos por ellos mismos), y la ya clásica preparación de la cena del viernes por la noche (esta vez lasaña y crumble de manzana) por parte de los campistas. ¡Buen trabajo chicos, estaba delicioso!
Destacamos la «Noche de talentos», donde niños y jóvenes interpretaron sus números de canto y baile, y donde el staff presentó su divertido baile titulado «Gangnam Staff». Otra actividad notoria fue la feria, donde los campistas tenían que jugar en los puestos, a saber: minigolf, ponerle casco al trabajador, aros, gatos, patos locos, para así ganar tickets que servían para canjear por deliciosos elotes, botanas, fresca jamaica y hamburguesas.
Un buen resultado fue reservarles a los campistas el uso de dispositivos inteligentes, lo que propició una mejor comunicación entre ellos, mayor atención a las actividades, y un descanso más profundo.
El primer día, los campistas recibieron como regalo una playera, una botella de agua, una libreta de notas y una mochila de plástico, todo bastante útil para toda la semana. Pero no todo fue recibir. Los campistas tuvieron que hacer presentaciones sobre las lecciones diarias, también lavaron trastes (todos los días), y también escribieron cartas de saludo a los ancianos de la iglesia en México.
El sábado estuvo muy bonito. Nos reunimos en una santa convocación en la cabaña del bosque que está al lado del lago. Los himnos fueron dirigidos por el joven Emanuel Téllez, se entregaron dos medios sermones por parte del Sr. Cruz y un servidor, y se presentó un coro de niños y jóvenes como música especial.
Estamos profundamente agradecidos, porque Dios nos ha permitido realizar nuevamente esta hermosa actividad, la que se desarrolló conforme a lo planificado. Así también, agradecemos a Unida y a Lifenets por su apoyo financiero, sin el cual sería muy difícil entregar un servicio de calidad al futuro de la iglesia.
La semana que recién terminó vivimos una experiencia verdaderamente especial en el campamento de la iglesia. Fue un tiempo de crecimiento, reflexión y alegría que nos dejó el corazón lleno.
Mis tres hijos no solo disfrutaron cada actividad, sino que también hicieron nuevas amistades que, estoy seguro, marcarán sus vidas. Verlos compartir, reír y aprender en un ambiente tan sano y lleno de fe fue una bendición para nosotros como familia.
Agradecemos profundamente a todos los organizadores, líderes y voluntarios que hicieron posible este encuentro. Nos llevamos grandes enseñanzas, momentos inolvidables y el deseo de seguir creciendo en comunidad.
¡Gracias por esta experiencia tan enriquecedora!
Carlos Mérida, staff – Guatemala
Le damos las gracias por todo lo que hacen por los jóvenes y los niños en el campamento, ya que en estos tiempos tan difíciles que hay en el mundo les hace mucha falta saber y conocer acerca de Dios, y qué bueno que ustedes hacen posible todo esto de todo corazón. Muchas gracias.
Damaris Jiménez, madre – Tabasco
El campamento I.D.U. 2025 fue una aventura muy especial; acompañar no solo a mis hijos sino a 30 niñas, niños y jóvenes llenos de energía, con ganas de aprender cosas nuevas, de tener nuevos amigos y sobre todo de escuchar la palabra de Dios de boca de todas las personas que la compartieron, llenos del Espíritu Santo fue una experiencia muy gratificante y enriquecedora. No puedo dejar de mencionar a los miembros del staff quienes dieron cuerpo, alma y corazón, sirviendo a todas horas y de una forma muy eficiente. Gracias por el aprendizaje, la diversión y el cariño.
Adriana Barjau, staff – Tabasco
El campamento, como cada año, fue una experiencia muy especial. Agradezco a Dios por hacerlo posible y al staff por toda su dedicación en la organización. Para mí, es una gran oportunidad de aprender más sobre la Palabra de Dios, cómo aplicarla en mi vida y comprender el maravilloso plan que el tiene para nosotros. Me sorprendió cómo muchas dudas que llevaba tiempo guardando fueron respondidas a través de los estudios diarios. También me motivó a mejorar y a evitar errores que he cometido antes. Ahora tengo más claro que, si me considero hijo de Dios, debo obedecer sus mandamientos y procurar andar como Jesús anduvo. Me llenó de alegría reencontrarme con personas que, por la distancia, no puedo ver con frecuencia, así como conocer a nuevos amigos. Me divertí mucho con todas las actividades y aprendí bastante de ellas, así como de la sana competitividad que se vive. Fue un tiempo de aprendizaje, comunión y fortalecimiento espiritual que guardo con mucho cariño en mi corazón.
Emanuel Tellez, campista – CDMX